Mina De Sal De Zipaquirá

Es un sitio único en el mundo, a pesar de ser un lugar en torno a una catedral católica, no deja de ser un atractivo turístico sin importar tu religion o si eres ateo, la arquitectura e historia de este lugar fascinan a cualquier persona. En el fondo de la mina hay comercio, así que lleven dinero si quieren traer un lindo recuerdo, desde imanes para la nevera hasta esmeraldas. Se consigue comida como algodones de azúcar, paquetes, agua gaseosa y empanadas... Postes y más.

Hermoso sin duda, recomiendo mirar el espejo de agua desde todas las perspectivas, especialmente del fondo así adelante. Las artesanías en sal tienen un costo bastante accesible. Deberían agrupar las personas al ingresar con un guía porque entramos y no se sabía quién era el guía, finalmente hicimos el recorrido solos. Recomendado para bebés y adultos mayores, totalmente seguro.

Simplemente espectacular, la primera maravilla de nuestro pais, una experiencia única en la que se conoce de historia y se vive un gran momento dentro de una mina.Recomiendo comprar las entradas por adelantado, se forman filas muy largas.

Estas minas tienen un recorrido extenso, es una bonita experiencia, realmente no lo recomiendo para niños muy pequeños, pero en general la visita guiada vale la pena, el lugar en algunas partes es oscuro recomiendo que nunca se queden solos y siempre estén con el grupo.Dentro del lugar se pueden tomar muy buenas fotos y a la salida de las minas venden varios artículos basados en la sal !!!

El precio es $ 61000 + $9000 de parqueadero para los criollos adultos.Hay secciónes habilitadas pero sin ningún atractivo y están por estar nada más como el recorrido de la salmuera.La entrada incluye otros dos museos de Zipaquirá.

Excelente lugar para conocer sobre la historia de los mineros y su Fé. Plan para toda la familia. El ingreso se hace caminando y se puede salir en un tren, que toca esperar casi 30 minutos

Hermosa, fue más de lo que esperaba es una construcción moderna altamente creada adicionalmente como catedral para ser visitada y pasar buen tiempo dentro,tiene comercios, restaurantes, sala de cine, baños,museos.Recomiendo que si compran el pase para entrar a todos los atractivos,los visiten todos y cierren con la catedral.

Es un lugar muy único, bonito y emblemático de Colombia, es parada obligada cerca de Bogotá.El guía que nos tocó fue el mejor, con carisma, alegría y manteniendo bastante ameno el recorrido. Fue muy claro y amable con todos.Dentro de la mina hay restaurantes, tiendas de recuerdos, joyas.En domingo puedes asistir a misa dentro de la catedral. Tienen show de proyección.Hay además una pequeña sala incluida en el boleto general, para ver una animación sobre la historia del lugar con duración de 15 minutos.

Bonito y curioso lugar.Lo malo, el grupo guiado que nos tocó era demasiado grande y cuando el guía daba las explicaciones del lugar, cuando conseguíamos acercarnos para ver bien, contemplarlo, hacer una foto, él ya estaba en otro punto dando una explicación. Me dio la sensación de que íbamos a corre-prisa.

Lugar precioso al que vale la pena ir al menos una vez en la vida.La entrada básica para ciudadanos colombianos es de 60 mil pesos (hay que presentar la cédula), y para extranjeros el precio es de 90 mil pesos. No había apenas cola para comprar las entradas y además hay personas que explican muy bien las tarifas.Se incluye un guía para todo el recorrido dentro de la mina, el cual lo explicó todo muy bien.El sitio es impresionante y es enorme.Dentro de la mina y una vez visto lo de mayor interés hay sitios para comer o tomar algo, y también con cosas de artesanías y demás (con todo esto se puede observar lo comercial que se ha convertido, perdiendo en gran parte su esencia de un entorno natural, pero aún así es un sitio al que vale la pena ir).Muy recomendado.